Con la Divina Voluntad somos todo,
sin Ella somos nada
Enseñanzas de la Iglesia Catòlica y la Divina Voluntad
“... en cada milagro que hacía,
llamaba a mi Voluntad a reinar en medio a ellas …” ...
Vivir en la Divina Voluntad significa
un intercambio continuo de voluntad humana y Divina
El pecado es un acto opuesto de la voluntad humana a la Divina.
El verdadero amor es vivir en la voluntad del amado
La voluntad humana unida a la Divina,
también sabe hacer prodigios;
sin Ella es una pobre lisiada
Las almas víctima son los ángeles humanos que deben reparar,
impetrar y proteger a la humanidad
Cuanto más el alma se despoja de las cosas naturales,
tanto más adquiere las cosas sobrenaturales y divinas
La Sabiduría eterna estableció
que el alimento del alma del hombre
sea la Voluntad de Dios
Condición del hombre antes de pecar.
Cómo en cada acto suyo buscaba a Dios,
encontraba a su Creador, daba y recibía.
La voluntad humana es noche para el alma
La intención forma la vida de la acción,
forma el velo para esconder la acción divina
Si el amor es santo forma la vida de la santificación,
si es perverso la vida de la condenación
Todas las cosas creadas están veladas,
sólo en el Cielo todo está develado.
Jesús la llama la pequeña recién nacida
para hacer que renazca siempre en su Santo Querer
a nueva belleza, a nueva santidad, a nueva luz,
a nueva semejanza con su Creador
PROMESA DEL SEÑOR A las almas que recen esta coronilla,
Mi misericordia las envolverá en la vida
y especialmente a la hora de la muerte