Mar 15, 2019

El adiós de la tarde a Jesús Sacramentado Vol 11 - Cap 1


El adiós de la tarde a Jesús Sacramentado


Volumen 11 - Capítulo 1 - Noviembre 3 , 1910







¡Oh Jesús mío!
Prisionero celestial, ya el sol está en el ocaso y las tinieblas invaden
la tierra, y Tú quedas solo en el tabernáculo del amor.

Me parece verte triste por la soledad de la noche, no teniendo en
torno a Ti la corona de tus hijos y de tus amorosas esposas, que
al menos te hagan compañía en tu voluntario cautiverio.

Oh mi prisionero Divino, también yo siento que el corazón se me
oprime por tener que alejarme de Ti y me veo forzada a decirte
adiós, pero qué digo, oh Jesús, nunca jamás adiós; no tengo ánimo
de dejarte solo; adiós te digo con los labios, pero no con el corazón,
más bien mi corazón lo dejo junto contigo en el sagrario; contaré
tus latidos y te corresponderé, por cada uno, con un latido de amor;
numerare tus afanosos suspiros, y para darte consuelo te haré
descansar en mis brazos; seré tu vigilante centinela, estaré atenta
para ver si alguna cosa te aflige o te da dolor, no sólo para no
dejarte nunca solo, sino para tomar parte en todas tus penas.

¡Oh, corazón de mi corazón! ¡Oh amor de mi amor!
Deja ese aire de tristeza y consuélate, no resisto verte afligido.
Mientras con los labios te digo adiós te dejo mis respiros, mis
afectos, mis pensamientos, mis deseos y todos mis movimientos,
que enlazando entre ellos continuos actos de amor, unidos a los
tuyos te formarán una corona, te amarán por todos.
¿No estás contento, oh Jesús? Parece que me dices que sí, ¿no es
verdad?

Adiós, oh amante prisionero.
Pero aún no he terminado, antes de irme quiero dejar también
mi cuerpo ante Ti; intento hacer de mi carne, de mis huesos, tantos
diminutos pedazos para formar tantas lámparas por cuantos
sagrarios existen en el mundo, y de mi sangre hacer tantas
llamitas para encender estas lámparas, y en cada sagrario quiero
poner mi lámpara, que uniéndose a la lámpara del sagrario que te
ilumina la noche, te dirá:

“Te amo, te adoro, te bendigo, te ofrezco reparación y te doy las
gracias por mí y por todos.”

Adiós, oh Jesús.
Pero escucha una última cosa:
“Hagamos un pacto, y este pacto sea que nos amemos más; Tú me
darás más amor, me encerrarás en tu amor, me harás vivir de amor
y me sepultarás en tu amor; estrechemos más fuertemente el vínculo
del amor.”
Sólo estaré contento si me das tu amor para poder amarte de
verdad.


Adiós oh Jesús, bendíceme, bendice a todos, estréchame a tu
corazón, hazme prisionero en tu amor, y dándote un beso en el
corazón te dejo.

Adiós, adiós.







  

  Sierva de Dios Luisa Piccarreta, la Pequeña Hija de la Divina Voluntad

No comments: