Apr 27, 2019

El estado más sublime es deshacer nuestro querer... Vol 3 Cap 73




El estado más sublime es deshacer
nuestro querer en el Querer de Dios
y vivir de su Voluntad

Esta mañana mi adorable Jesús no venía; después de mucho esperar vino y acariciándome me ha dicho:

“Hija mía, ¿sabes cuál es mi mira sobre ti, y el estado que quiero de ti?”

Y deteniéndose un poco ha agregado: “La mira que tengo sobre ti no es de cosas prodigiosas, y de tantas otras cosas que podría obrar en ti para mostrar mi obra, sino que mi mira es absorberte en mi Voluntad y hacerte una sola cosa con Ella, y hacer de ti un ejemplar perfecto de uniformidad de tu querer con el mío. Este es el estado más sublime, es el prodigio más grande, es el milagro de los milagros lo que de ti quiero hacer.


Hija mía, para llegar perfectamente a hacer uno nuestro querer, el alma debe volverse invisible, debe imitarme a Mí, que mientras lleno el mundo con tenerlo absorbido en Mí y con no quedar absorbido en él, me vuelvo invisible y de ninguno me dejo ver. Esto significa que no hay ninguna materia en Mí, sino que todo es purísimo espíritu, y si en mi Humanidad asumida tomé la materia, fue para asemejarme en todo al hombre y darle un ejemplar perfectísimo de cómo espiritualizar esta misma materia. Entonces el alma debe espiritualizar todo y llegar a volverse invisible para poder hacer fácilmente una su voluntad con mi Voluntad, porque lo que es invisible puede ser absorbido en otro objeto. De dos objetos con los que se quiere formar uno solo, es necesario que uno pierda la propia forma, de otra manera jamás se llegaría a formar un solo ser.

¡Qué fortuna sería la tuya si destruyéndote a ti misma, hasta hacerte invisible, pudieras recibir una forma toda divina! Es más, tú con quedar absorbida en Mí y Yo en ti, formando un solo ser, vendrías a retener en ti la fuente divina, y como mi Voluntad contiene todo el bien que puede existir, vendrías a retener todos los bienes, todos los dones, todas las gracias, y no tendrías que buscarlos en otra parte sino en ti misma. Y si las virtudes no tienen confines, estando en mi Voluntad según la criatura pueda llegar, encontrará su término, porque mi Voluntad hace llegar a adquirir las virtudes más heroicas y más sublimes que la criatura por sí sola no puede superar.

Es tanta la altura de la perfección del alma deshecha en mi Querer, que llega a obrar como Dios, y esto no es de asombrar, porque como no vive más su voluntad en ella, sino la Voluntad de Dios mismo, cesa todo asombro si viviendo con esta Voluntad posee la Potencia, la Sabiduría, la Santidad y todas las otras virtudes que contiene el mismo Dios. Basta decirte, para hacer


que tú te enamores y cooperes cuanto puedas por parte tuya para llegar a tanto, que el alma que llega a vivir sólo de mi Querer es reina de todas las reinas y su trono es tan alto, que llega hasta el trono del Eterno, y entra en los secretos de la Augustísima Trinidad y participa en el amor recíproco del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Oh, cómo todos los ángeles y santos la honran, los hombres la admiran y los demonios la temen, descubriendo en ella al Ser Divino!”

¡Ah Señor! ¿Cuándo me harás llegar a esto, porque por mí nada puedo? Ahora, ¿quién puede decir lo que el Señor infundía en mí con luz intelectual sobre esta uniformidad de quereres? Es tanta la altura de los conceptos, que mi lengua no bien adiestrada no tiene palabras para expresarlos, apenas he podido decir esto poco, si bien disparatando, de lo que el Señor con luz vivísima me ha hecho comprender.


Libro de Cielo, Vol. 3, Cap. 73, Mayo 21, 1900






Apr 26, 2019

Quien hace la Divina Voluntad es reina / rey de todo Vol 14 Cap 11



Estaba haciendo las horas de la Pasión, y según mi costumbre me fundía en el Santo Querer de Dios, ofreciéndolas para bien de todos, pero mi voluntad, como si quisiera apropiárselas, frecuentemente decía: “Jesús mío, en modo especial para ayuda, para alivio, para liberación de aquella alma. Y mi dulce Jesús reprendiéndome me ha dicho:

“Hija mía, todo lo que se hace en mi Voluntad es como sol que se difunde a todos, y conforme se reza en mi Voluntad, se ofrece mi sangre, mis penas, mis llagas, todo se convierte en tantos rayos de luz que se difunden a todos, descienden con rapidez en la más profunda cárcel del purgatorio y convierten sus penas y tinieblas en luz; entonces la cosa es siempre igual para todos, y si hubiera diferencia, jamás será por parte de quien dona, sino por parte de quien recibe, según las disposiciones de cada una. Sucede como con el sol, que da la luz a todos igualmente, toca y calienta un punto de terreno como el otro, ¿pero quién saca provecho de esto? Quien trabaja. ¿Qué terreno produce el fruto? Donde fue arrojada la semilla; el otro con toda la luz del sol queda infecundo; por lo tanto el ofrecimiento especial en mi Voluntad no existe, de por sí misma corre, se difunde y se quiere dar a todos, quien quiere toma de Ella.”

Yo he quedado afligida al oír esto y Jesús ha agregado:

“¡Ah! Tú quisieras hacer como el sol si quisiera concentrar en un punto más fuertemente su luz, su calor, para poder calentarlo e iluminarlo tanto, de convertir aquel punto en el mismo sol, mientras hace su curso regular sobre todas las otras cosas.”

Y yo: “Sí, sí, es propiamente esto, es el peso de la gratitud que siento lo que me empuja a esto.” Jesús ha sonreído al oírme y ha continuado:

“Si es así, hazlo entonces, pero tú debes saber que como mi Voluntad domina todo, se encuentra por todas partes, sostiene a todos, es conocida por el Cielo, por la tierra y hasta por los demonios, no hay ninguno que pueda oponerse a Ella. Así el alma que hace mi Voluntad debe dominar todo, encontrarse por todas partes, sostener todo, y quiero que sea conocida por todos.

Y yo: “Amor mío, yo no soy conocida por ninguno.”

Y Él: “Cómo, ¿no te conoce ninguno? Te conocen todos los santos y ángeles, uno por uno y con ansia esperan tu obrar en mi Querer, como nota divina y la más armoniosa que corre sobre todo lo que han hecho en vida, para darles mayor esplendor y contento; te conocen todas las almas purgantes, sintiendo sobre de ellas el continuo refrigerio que llevan los actos hechos en mi Querer; te conocen los demonios por la Fuerza de mi Voluntad que sienten en ti; y si la tierra no te conoce aún, te conocerá dentro de poco. Para quien hace mi Voluntad, sucede y hago como hice con mi Madre Celestial, que la constituí Reina de todo y ordené a todos que la reconocieran y la honraran como a su Reina, y a Ella le encargué que aplastara con su pie la cabeza del dragón infernal, así hago con quien vive en mi Voluntad, todo está bajo su dominio y no hay bien que de ellos no venga.”

Libro de Cielo, Vol. 14, Cap. 11, Marzo 10, 1922








La paciencia es el alimento de la perseverancia Vol 6 Cap 115





Esta mañana, el bendito Jesús al venir me ha dicho:

“Hija mía, la paciencia es el alimento de la perseverancia, porque la paciencia mantiene en su lugar a las pasiones y corrobora todas las virtudes, y las virtudes, recibiendo de la paciencia la actitud de la vida continua, no sienten el cansancio que produce la inconstancia, tan fácil a la criatura. Por eso el alma no se abate si es mortificada o humillada, porque rápidamente la paciencia le suministra el alimento necesario, y forma un vínculo más fuerte y estable de perseverancia. Ni si es consolada y ensalzada se eleva mucho, porque la paciencia alimentando a la perseverancia, se contiene en la moderación sin salir de sus límites. Además de esto, así como la paciencia es alimento, y hasta en tanto una persona se alimenta se puede decir que tiene vida, no está muerta; así el alma, hasta en tanto que tenga paciencia, gozará la vida de la perseverancia.”

Libro de Cielo, Vol. 6, Cap. 115, Junio 2, 1905



“Hija mía, ten paciencia, resignate en todo a mi Voluntad, y no por poco sino siempre, siempre, porque sólo la perseverancia en el bien es lo que hace conocer si el alma es verdaderamente virtuosa, sólo ella es la que une todas las virtudes, se puede decir que sólo la perseverancia une perpetuamente a Dios y al alma, virtudes y gracias, y como cadena se pone alrededor y atando todo junto forma el nudo segurísimo de la salvación; pero donde no hay perseverancia hay mucho que temer.”

Libro de Cielo, Vol. 4, Cap. 61, Marzo 30, 1901






Apr 25, 2019

La paz es el más grande tesoro Vol 6 Cap 32




Esta mañana me sentía turbada por la ausencia del bendito Jesús, entonces después de haber esperado mucho, en cuanto lo he visto me ha dicho:

“Hija mía, cuando un río está expuesto a los rayos del sol, viendo dentro de él se ve el mismo sol que está en el cielo, pero esto sucede cuando el río está calmado, sin que ningún viento perturbe las aguas; pero si las aguas están turbadas, a pesar de que el río está todo expuesto al sol, nada se ve, todo es confusión. Así el alma cuando está expuesta a los rayos del Sol divino, si está calmada advierte el Sol divino en sí misma, siente el calor, ve la luz y comprende la verdad; pero si está turbada, a pesar de que lo tiene en sí misma, no siente otra cosa que confusión y turbación. Por eso considera a la paz como el más grande tesoro, si ansías estar unida conmigo.”

Libro de Cielo, Vol. 6, Cap. 32, Abril 12, 1904



“por eso la verdadera Paz soy Yo, y quiero mantenerte a la sombra de mi paz, para hacer que jamás estés turbada, y la sombra de mi paz, como luz deslumbrante, pueda mantener lejos de ti cualquier cosa, o a cualquiera que quisiera ensombrecer tu paz.”

Libro de Cielo, Vol. 13, Cap. 42, Diciembre 18, 1921






Las palabras de Jesús están llenas de verdad y de luz..... Vol 14 cap 10


Apr 24, 2019

El alma que hace la Voluntad de Dios es su respiro Vol 11 Cap 51


Después ha agregado con toda dulzura:


Quien hace mi Voluntad representa a lo vivo el periodo de mi Vida en la tierra, que mientras externamente parecía hombre, al mismo tiempo era siempre el Hijo amado de mi querido Padre. Así el alma que hace mi Voluntad, externamente tiene la piel de la humanidad, pero por dentro se encuentra mi persona, inseparable como Yo en el Amor y en la Voluntad de la Trinidad Sacrosanta, así que la Divinidad dice: Ésta es otra hija que tenemos sobre la tierra, por amor a ella sostengamos la tierra, porque hace en todo nuestras veces.”


Libro de Cielo, Vol. 11, Cap. 51, Abril 2, 1913



“Hija mía, ánimo, Yo no te dejo, sino estoy dentro de ti, si bien no siempre me ves; y tú únete siempre conmigo: Si rezas, tu oración corra en la mía y hazla tuya, así todo lo que hice con mis oraciones, la gloria que di al Padre, el bien que impetré a todos, lo harás también tú; si obras, haz que tu acto corra en el mío, y éste hazlo tuyo, así tendrás en tu poder todo el bien que hizo mi Humanidad, que santificó y divinizó todo; si sufres, tu sufrir corra en el mío, y éste hazlo tuyo, y así tendrás en tu poder todo el bien que hice en la Redención. Con esto tomarás los tres puntos esenciales de mi Vida, y a medida que lo hagas, saldrán de ti mares inmensos de gracia que se derramarán para bien de todos, y Yo veré tu vida no como tuya, sino como mía.”


Libro de Cielo, Vol. 11, Cap. 113, Diciembre 10, 1915